¡DIOS ME CONOCE Y ME AMA!
“30Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. 31 El segundo es
igualmente importante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Ningún otro mandamiento es más
importante que éstos. Mc 12:30-31”
Por Laura Vidal
Hay que preguntarse si el Sentido de nuestra Vida, se encuentran
solamente en el trabajo, en los bienes materiales, el triunfo profesional, el
prestigio, el dinero y el placer; pues aunque son factores de impulso, no rigen
todas nuestras necesidades. Esto de darle sentido a la vida es algo más
profundo, no superficial. No nos llamemos al engaño: el ser humano es algo más
y anda en busca siempre de algo más que lo satisfaga; infortunadamente nos
gastamos toda la vida queriendo ser MAS, ser “mejores” y resaltarnos entre los
demás. Pero lo cierto es que hay cosas que importan más. Lo más valioso no es
lo que tenemos en nuestras vidas, sino a quien tenemos en ella, por eso como
fundamento en mi vida es Dios. Él es mi motor, mi propósito es agradarle y
cumplir con todo lo que Él diga. Aprendí que sólo creyendo podré ver, sólo
amando podré ser amada y que rico no es el que más tiene sino el que más
necesita. Tener a Dios como base no me hace ser “superhombre” ni significa que
soy más que el otro, es basar la calidad
de vida en la fe de Dios y tener como modelo de vida a Jesús. No siendo
religiosos ni muy monótonos, sino tener estilo de vida cimentado en Amar a Dios
y al prójimo, lo demás vendrá en su tiempo. Siguiendo a Jesucristo el hombre
puede, en el mundo de hoy, vivir, obrar, sufrir, morir, de modo auténticamente
humano, en la dicha y la desdicha, en la vida y en la muerte, sostenido por
Dios y ayudando a los hombres. El dinero lo compra todo menos la felicidad, y
ésta no es lograr tus metas, sino aprender a ser feliz con lo que tenemos. La
felicidad no es cuestión de suerte sino producto de nuestras decisiones, yo
decidí tener a Dios en mi corazón, decidí ser feliz CON LO QUE SOY Y LO QUE
TENGO, por eso el Sentido de la Vida debe ser Dios, no hay ningún hombre que haya vivido
plenamente sin tener a Dios en su corazón, puede que haya tenido mucho dinero,
empresas, una familia grande y linda, una gran persona con valore firmes y un
modelo a vivir… Pero estoy segura que al Cielo no entró. Los grandes sueños no
requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Debemos enchufar nuestros sueños al Propósito que Dios tiene para cada uno. Si
sembramos chisme, cosecharemos intriga; si sembramos amor cosecharemos
felicidad. La Biblia es muy sabia, y al leerla me doy cuenta que me falta
demasiado por cambiar y que nunca voy a llegar a ser perfecta ni buena, pero es
la búsqueda hacia eso, lo que Dios cuenta, la intención y el interés por cambiar
y ser mejor cada día. Con El, ECUENTRO EL SENTIDO DE MI VIDA…