Por TATIANA MERCADO
Considerando que no muchas personas sabemos o a veces no tenemos claro el sentido de nuestras vidas, creemos y suponemos tener un sentido de vida o una razón por la cual se siga adelante o se persevere siempre con un propósito.
En mi vida, mi sentido de vida soy yo, por lo que acabe de decir fui muy clara, es decir, es mi vida y por lo tanto el sentido de vida en mi vida; soy yo misma. Por mis privilegios, metas, propósitos y sueños, es que yo sigo emprendiendo y perseverando un camino que solo me lleva a mí al triunfo.
La vida es como un camino con diferentes rutas y formas de caminarlo; en ese camino te encontraras con piedras, huecos, obstáculos, chuzos. Con las piedras soy yo la que escoge patearlas o quitarlas, con los huecos yo decido seguir cavando un hueco o simplemente esquivarlo, con los obstáculos son los que yo misma debo de enfrentar porque son aquellas cosas que me causan miedo y el miedo no se evita, el miedo se enfrenta y se supera, así podré demolerlo; Todo eso hace referencia a nuestra vida porque siempre hay problemas y conflictos que en mi vida solo yo soy libre de tomar una decisión de cómo solucionarlos.
Sin duda alguna, es obvio que necesitamos de personas para salir adelante. Los seres humanos somos seres sociales, por lo tanto necesitamos de una sociedad para poder sobrevivir y mantener una supervivencia buena, acomodada a los complejos, diferencias y también bienes comunes. Como también hay personas que tienen una muy buena relación entre sí, también hay otras personas que no les gusta ciertas actitudes de algunas personas, de ahí abarcan muchos conflictos en la sociedad pero para esta situación están presente los valores como: La tolerancia, el respeto, la humildad y la sencillez. En realidad nosotros como seres humanos necesitamos de estos conflictos para así crecer como personas, superarnos, proyectarnos e ir creciendo y madurando.
Partiendo entonces de eso, para mi es primordial la ayuda y necesidad de necesitar a mi madre, por ella soy quien soy, estoy donde estoy, por ella haré lo que haré y hago lo que hago, porque me ha brindado su apoyo y ayuda que sé que absolutamente nadie más me lo dará; pero eso no indica que ella sea mi sentido de vida.
Yo sola me caigo, yo me limpio y me levanto. Yo lloro, yo misma me calmo y me relajo. Yo sola me decepciono, yo sola aprendo y lo voy superando. Nadie tiene el poder de decirme que hacer y si por un momento lo tiene es simplemente porque yo se lo he permitido…
Hay que saber tomar las cosas de una manera autónoma, dejando un rastro como una diferencia a lo demás.