lunes, 27 de octubre de 2014

UNA VIDA FELIZ

Por Manuela Henao Jaramillo

Tal vez muchos de nosotros tengamos dudas acerca de nuestro sentido de vida, de por qué vinimos a parar en este mundo, cuál es la finalidad de nuestra existencia, si Dios nos creó solo por crearnos y ya. Para mí, cada cual fue creado por un propósito o un objetivo en específico. Cada persona, en el camino que ha de recorrer en su vida, encontrará que es lo que le da sentido a su vida, que es lo que lo impulsa a seguir adelante, al igual que descubrirá para qué fue creado y para qué está hecho. Especialmente nosotros los jóvenes apenas estamos por descubrir nuestro propósito en este mundo y puede que tener claro nuestro sentido de vida nos ayude a encontrar cuál es nuestra finalidad. Creo que cada persona tiene más o menos definido su sentido de vida o creen tener definido que es lo que le da sentido a su vida, por lo menos lo digo por mí.
Mi sentido de vida es encontrar la felicidad, por esto me relaciono más con el sistema ético del eudemonismo. El eudemonismo tiene como característica común ser una justificación de todo aquello que sirve para alcanzar la felicidad. Lo que da sentido a mi vida es la búsqueda de mi felicidad, porque es algo que me impulsa a seguir adelante, a buscar a Dios,  a imponerme metas y logros que quiero cumplir. Pienso que para hallar mi felicidad debo saber quién soy y cuál es mi deber para este mundo. Sé qué Dios es el que me ayudará a encontrar mi verdadero objetivo y, que logrando desarrollar mi espiritualidad y desapego podré encontrarme conmigo misma. Una cosa que tengo clara es que mi deber principal es ayudar a las personas y el medio ambiente, es algo que sin duda tengo que efectuar para conseguir un estado cercano a la felicidad o la felicidad completa.
Algo que me llama la atención del eudemonismo es que justifica cualquier medio para conseguir la felicidad. Todas las personas pueden tener diferentes percepciones de lo que es felicidad para ellas y, por tanto tratarán cualquier cosa para lograr alcanzarla. Pero el problema es que algunos podrán afectar la tranquilidad y convivencia de los demás, y pueden ser sumamente egocéntricos al tratar de obtener su propia felicidad. En esto estoy en desacuerdo con ese sistema, porque todos debemos tener respeto hacia los demás y no se debe atentar contra el bienestar de una persona con tal de alcanzar sus propios fines.
Los propios seguidores del eudemonismo pensaban que la felicidad no era posible de alcanzar, y Santo Tomas de Aquino más tarde diría que sí era posible pero en otra vida. Yo opino que si es posible de alcanzar y que tal vez solo algunos lo logren, pero yo tengo esperanzas de que tendré una vida feliz y plena donde Dios será mi guía y mi apoyo cuando piense que se me acaben las fuerzas y esperanzas de una vida feliz.