jueves, 6 de noviembre de 2014

Mis padres, mi sentido de vida

Por Luisa María Ortiz
El sentido de vida requiere de un encaje interno absoluto por lo tanto es algo que surge de adentro gracias a la orientación que nos han dado nuestros padres o familiares como ser respetuoso, honesto, agradecido, tolerante, pensar en cada cosa que uno hace y en sus consecuencias; pero es algo absolutamente personal, el sentido de vida es un llamado vocacional, lo que nos motiva a seguir adelante así el obstáculo sea más grande que nosotros.
En mi caso, mi sentido de vida es poder enorgullecer a mis padres de tal modo que ellos y yo podamos ver que cada esfuerzo que ellos realizaron para mi bienestar no haya sido una pérdida de tiempo y que cada cosa en la que yo me haya esmerado para lograrla o para que se mantenga así no sea en vano.
Pero lastimosamente hoy en día el sentido de vida en muchas personas es de poca importancia y solo viven por vivir, piensan porque si, sin importar que “su sentido de vida” sea uno que perjudique la vida de los demás. Debido a que desde la orientación de los hogares ha sido enfocada erróneamente a la consecución de las cosas materiales, pensando que la esencia de la vida está ahí.
Finalmente esto lo relaciono con el “sistema ético de Kant o el deber” que nos da a conocer que está determinada no por lo que hacemos sino por la intención con que lo hacemos (buena voluntad), en donde mi deber parte en el trabajar con conciencia y honestidad, que en este caso sería el dejar orgullosos a mis padres de tal modo en el que yo pueda sentir que lo que ellos han dejado de hacer por mi bienestar valga la redundancia no haya sido una pérdida de tiempo dejándome como resultado una gran satisfacción en mi vida.