POR MARÍA DEL MAR MONCADA
Para tener una vida plena llena de placeres, es necesario tener un
control sobre ello. El sentido de vida es ese motor que nos impulsa para hacer
las cosas, como se dice, es ese sentido que le encontramos a nuestra vida para
ir en busca de la felicidad absoluta.
Los sistemas éticos son la reflexión ética sobre las acciones humanas y sobre
cuál de ellas hace más feliz al hombre. Busca el ser y el hacer de la vida un
compromiso de cómo fortalecer la conciencia del deber, del derecho y de la
responsabilidad.
Uno de ellos es el Epicureísmo
donde nos dice la búsqueda de una vida feliz mediante la búsqueda inteligente
de placeres. Esto quiere decir que la vida no solo necesita de placeres
físicos, sino que también necesita placeres intelectuales.
Según Adolfo Sánchez
Vázquez, “el epicúreo alcanza el bien, retirado de la vida social, sin caer en
el temor a lo sobrenatural, encontrando en sí mismo, o rodeado de un pequeño
círculo de amigos, la tranquilidad de ánimo y la autosuficiencia” esto se
refiere que el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la
tranquilidad del alma.
En mi vida, pasan
situaciones que uno se toma un tiempo para pensar y mirar su alrededor,
haciéndose una auto revisión de que cosas me están haciendo sentir feliz. Como
ser humano que soy vivo de ciertos placeres, no todo el tiempo físico. Se
necesita de alguien o algo para que sobrevivas en esta sociedad. Yo siempre he
dicho que uno necesita del otro, porque cada persona es un mundo diferente que
complementa a los demás. Para llegar a la felicidad según el epicureísmo se
necesita producir un placer que es el principio y el fin de una vida feliz.
Pero para que el placer sea real debe ser moderado, controlado y racional.
Pero no todo el
tiempo podemos hablar de la felicidad, porque no todo es así. Lo malo de este
asunto es todo lo que nos produce dolor, aburrimiento, es como ese sin sabor que
nos queda cuando hacemos algo o incluso cuando no estamos conformes a lo que
hicimos.
El epicureísmo tiene
dos maneras de explicar el sentido de vida, por un lado los placeres del cuerpo
y del alma. Distinguía entre dos tipos
de placeres, basados en la división del hombre entre dos diferentes pero
unidos, el cuerpo y el alma:
·
Placeres del cuerpo: aunque se considera que son los
más importantes, en el fondo su propuesta es el equilibrio voluntario y
consciente de estos placeres, no su eliminación; no es posible conocer el
placer si no se conoce el dolor, no se disfruta de un banquete si no se conoce
el hambre.
·
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer
del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es breve,
mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar
los dolores del cuerpo.
Algo fundamental que
tengo es pensar antes de actuar, ya que gracias a la razón, sé que es lo bueno
y lo malo. Esto me ayuda a reconocer que verdaderamente necesito para ser feliz
y además reconocer lo que me gusta y me hace sentir bien. Después de todo llego
a una conclusión y también a una finalidad que es siempre sentirme bien con las
cosas que hago o pienso.
Para Epicuro, los
placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los
apetitos. Epicuro distingue entre cuatro clases de apetitos, por tanto
placeres:
Ø Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo, y el sentido de
seguridad, que son fáciles de satisfacer.
Ø Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación
sexual.
Ø Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el
prestigio.
Ø Los no naturales necesarios, dinero, ropa...
Puedo decir que una de mis mayores satisfacciones o placeres es tener lo
que quiero así no lo necesite, por lo menos, soy amante de la ropa, me gusta
tener ropa nueva, eso es algo que me llena de placer y me hace feliz.
Por otro lado siempre busco saciar mis necesidades como el apetito, el
sentirme bien con las personas que me rodean, aunque puedo decir que algunas veces
escojo a mis amigos si tienen cosas en común conmigo, esto hace que me
sienta segura al momento de hablar de algo.
Todo esto es una esencia de mi vida, es lo que me caracteriza, no siendo
una persona tan materialista pero siempre busco sentirme bien, sin embargo
también me aferro a las cosas o a las personas que considero importantes en mi
vida, por lo tanto si llegara a pasar algo, recaería y llegaría a una tristeza
extrema según el caso. Eso afecta mi armonía y la de las personas que me
rodean, porque sin pensarlo tomo actitudes que no son agradables para los demás
sin darme cuenta que las estoy haciendo. Como persona cometo errores pero
también los reconozco. Lo principal de mi vida es conseguir las cosas que me
hacen feliz pero también tratando de ayudar a las personas a sentirse bien como
son.