¿VIVIMOS POR EL DEBER?

Por: Nathalia Esmeral

Realización personal; en nuestra sociedad, los seres humanos desde que nacemos, somos guiados a ser alguien en la vida, a tener una economía estable especialmente en este mundo capitalista; nos atacan desde pequeños, porque sin que se nos pregunten, desde los dos años de edad somos matriculados en pre-jardín, nos alejan de nuestras madres porque ellas deben trabajar para nuestro sustento. Mas adelante, lloramos de la mano de ella… ella quien nos ha tenido tantas horas incansables en sus brazos y desde aquella época empezamos a caminar hacia la escuela, aquel lugar que nos cambia la vida totalmente, en donde lo que conocíamos del mundo ahora es algo rarísimo! Descubrimos que hay muchas mas niñas y niños como nosotros, y hay señoras a las que se les llama profe… en esa edad...sabíamos siquiera qué significaba profesor? 

Desde allí, comenzamos una ardua labor académica, empezamos en transición, pasando por los cinco años de la primaria, luego, esos largos años de secundaria, en donde la obligatoriedad es el aire que se respira, “debemos hacer la tarea”, y como si fuera poco la sociedad nos exige que debemos ser profesionales, es un deber pisco-social que ha durado y durara mucho tiempo, pues de esa forma es como este mundo se mueve.

En base a esto me pregunto… ¿es el Sentido a la Vida el cumplimiento al deber? ¿O sea que el deber u obligación le da sentido a nuestra vida?

Según Kant, “los actos en los que se procede conforme al deber y no a la inclinación son los actos moralmente buenos” entonces, si todo lo hacemos conforme nos lo dictan las leyes, las normas, etc., todo lo que implica deber es  blanco, mientras que si se actúa por instinto es ¿negro?, los soldados matan a personas inocentes porque se les ordena, como  defensores de la patria es su deber seguir toda clase de ordenes de sus superiores, es decir  están obrando para bien al matar cuando se les ordena… cumplen con su deber.

Alrededor de los  quince años, los padres de familia nos atormentan con presiones respecto a la universidad, y de una manera mas marcada en grado once, en donde básicamente debemos elegir el rumbo de nuestras vida futura, en donde tenemos que empezar a poner en practica el sentido a la vida, para muchas aquí, la Universidad del Valle es su norte, y si por alguna y otra razón no ingresan, entonces sus sueños se verán frustrados, su sentido a la vida derrumbado por el no cumplimiento de su deber.

Lo gracioso es que si el sentido a la vida de alguien no es acorde con lo socialmente pactado, es tildado de cosas raras y señalado de rebelde, y no necesariamente me refiero a cosas malas, sino por ejemplo: Un padre ingeniero, anhela que su hija estudie alguna ingeniería, y el deber de la hija es hacer sentir orgulloso a su padre; pero ella quiere otra cosa, en su corazón anhela estudiar homeopatía, mas sin embargo la chica emprende su carrera de ingeniería, entonces ¿cuál sería el sentido de la vida de ella?

Como solía decir mi abuela, “A la hora del té uno no será juzgado por sus actos sino por el cumplimiento de las normas”, lo que es algo triste, porque muchas veces las leyes no están hechas para un bien, sino para un bienestar de alguien.

Mucho puede ser lo que se desea, pero mas fuerte lo que se deba hacer, en eso gira el mundo, así nos hemos enseñado, y si, yo se “luchar por los sueños” pero vivimos en una sociedad en donde el deber prima primero.  Así que juventud, encuéntrele sentido a su vida en este mundo de obligatoriedad, de imposición social, de deberes y de realidad. Si bien luchen por sus sueños, pero para ello, primero cumplan con el deber.