domingo, 6 de noviembre de 2011


AMAR, VIVIR Y SER FELIZ

Por: verónica Salcedo Cantillo

Siempre estamos en una constante búsqueda sobre El Sentido de la Vida que para mí se relaciona con lo que le da felicidad a la vida. Y de esto parten preguntas que no diariamente pero si muchas veces nos hacemos, ¿soy realmente feliz?, ¿existe una verdadera felicidad?, ¿Qué le da sentido o felicidad a mi vida? para muchas personas es el poder, la fama, el dinero, el tener cada día MAS Y MAS, la ambición, pero debemos ir más allá de lo superficial, indagar nuestro cerebro y nuestra alma y descubrir realmente que es lo que le da sentido a nuestras vidas o cual es el por qué de que cada día me levante, hable y actué y sea feliz haciéndolo,  el descubrir realmente que impulsa mi corazón y mi cuerpo a hacer lo que hago y sentirme feliz de ello, por eso para mí el sentido de la vida está relacionado con lo que le da felicidad a ella y la razón de ser que yo le encuentro, y para mi le encontramos sentido a nuestra vida todos los días , pues cada día experimentamos cosas nuevas y aprendemos algo nuevo, sin embargo no es el diario vivir lo que le da felicidad y sentido a mi vida pues para desempeñar mi día a día debe de existir un impulso, ¿será Dios ese impulso? Pues el llena mi corazón de amor y unión, me da tranquilidad y es en el en quien pongo toda mi fe, lo amo y pongo mi vida en manos de Él, y sí, Dios me llena de felicidad y guía mi vida por el camino correcto pero tampoco es Dios el sentido de mi vida, incluso una amiga me pregunto una vez ¿pero si no es el, entonces quien? ¿Mi familia?, es en ella donde encuentro paz, amor, unión y un apoyo único, al lado de ella he pasado los años que llevo de vida, es con los miembros de mi familia con quienes  realmente siento confianza y seguridad, son mis consejeros más fieles, compañeros de tristezas y alegrías y los momentos compartidos con mi familia son simplemente inolvidables, podría decir que son fundamentales en mi vida, pero aun así descubrí que lo que le da sentido a mi vida no es Dios, ni mi familia solamente, es el amor que siento hacia ellos, ya que el amor es el motor de todas las acciones que realizo siempre, pero al hablar de este amor no me refiero a un amor impulsivo ni excesivo, me refiero a un amor que parte de la admiración y sobre todo de la gratitud, ya que “la gratitud es la memoria del corazón” y es esto lo que hace que yo día a día quiera ser mejor persona, demostrarme a mi misma y al mundo que soy una mujer exitosa; es el amor hacia ellos lo que me impulsa a vivir mi vida, y lo que hace sentir mi corazón pleno y lleno de felicidad y aunque muchas personas me digan que no hay felicidad, o que no se puede ser feliz, yo no lo creo, porque yo si me atrevería a decir que lo soy, pues estoy llena de amor de Dios y de mi familia y es eso el motor y el sentido de mi vida que aunque no es perfecta, es hermosa y es el tesoro más preciado que tenemos, es por eso que solo hay una, así que a disfrutarla, aprovecharla y gozar con amor cada momento de ella, porque como dijo Mario M. Cantinflas “a este mundo vinimos a gozar y si no, devolvámonos”.                                                     

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