Un Camino hacia
mi sentido de vida
Por Paola Andrea Aguirre Villán
¿Qué quiero ser? Es proyectarse y no solo en un futuro
también en lo que estoy haciendo para lograr mis metas y sueños, construyo mi
sentido de vida a partir de ellos. El sistema ético de Kant nos habla de que “es la
razón y no la piedad la que debe guiar el buen obrar de las personas”. Pensar
solo en nosotros y en obtener un beneficio personal, en este caso nuestra
conducta no será moralmente buena, hemos actuado conforme al deber, pero no por
deber.
Está claro que el
sentido de vida nos permite darle una dirección a lo que vivimos diariamente,
en pocas palabras un “Norte”. ¿Pero es ese Sentido verdaderamente bueno? Cuando
damos una limosna lo podemos hacer por compasión, yo prefiero no dar, porque
pienso que eso no solucionaría el problema, más bien les daría algo de comer. Ahí
obro correctamente al buscar una solución y ayudar. Una moral que estuviera
regida por intenciones externas a sí misma, sería un imperativo hipotético: “si
quieres lograr B, tienes que hacer A”. En pocas palabras ofrecer una ayuda, una
solución desde el corazón.
Desarrollo mi
sentido de vida a partir de mis acciones y lo que estas conllevan, pensando en
lo que podría pasar al llevar todas y cada unas de ellas. Por eso se dice que
la moral Kantiana es AUTÓNOMA, por que no se guía por nada solo en la razón.
Solo debemos obrar correctamente porque así debe ser. También digo que es
formal ya que
Kant no nos dice nada respecto de qué
cosas se deben hacer y qué cosas no se deben hacer. Ni respecto a
nuestros actos. Solo que nuestros actos nos lleven a tener paz con nosotros
mismo y con los demás. Ósea lo que es bueno para los demás también lo debe ser
para mí. Y siempre preguntarnos ¿Qué pasaría si los demás actuaran como yo? Si yo
considero que en determinadas circunstancias es válido mentir, debo admitir que
la mentira sea válida para todo el mundo.
No decir que
siempre debemos ser perfectos, solo tener la Buena voluntad que no es otra cosa
que el respeto puro por la ley moral.
En fin me
identifico con el sentido de la vida según Kant, en el se refleja lo que
siempre me inculcaron mis padres y lo que me gusta.
La vida no es un
juego, y que no se convierta en una brusquedad inútil por encontrar nuestros
sueños.
Tienes mucha razón pues muchas veces hacemos cosas que solo son para beneficio nuestro pero no nos detenemos a pensar en como mis acciones perjudican o benefician a los demás. Comparto tu punto de vista pues el ser humano por naturaleza vive en sociedad y por consiguiente no debemos dejar que nuestras acciones perjudiquen a esa sociedad. El sistema ético Kantiano no plantea como debemos comportarnos pues las persona somos seres racionales y sabemos que cada acción que hagamos tendrá por ende una consecuencia que debemos asumir. Entonces debemos evaluar de que manera nos estamos comportando y ver de que manera mis acciones pueden afecctar o beneficiar a los demás para así encontrar el verdadero sentido de la vida.
ResponderEliminarNatalia Toro
La filosofía kantiana te conduce a la razón, la vida tiene que ser orientada por la razón para que los esfuerzos tengan resultado positivo.
ResponderEliminarNosotros debemos obrar correctamente, no porque así debe de ser, sino porque sientes que es lo mejor para tu vida.
Es cierto lo que dices, la ayuda debe salir del corazón y no de la compasión,aunque se puede tener compasión pero no lastima; hacer la obra porque tu corazón lo dice y porque vez que es bueno.
La vida se debe llevar tranquila, no con afanes, porque del afán no queda sino el cansancio.
Muy bueno tu artículo.