domingo, 6 de noviembre de 2011


Un Camino hacia mi sentido de vida

Por Paola Andrea Aguirre Villán

¿Qué quiero ser? Es proyectarse y no solo en un futuro también en lo que estoy haciendo para lograr mis metas y sueños, construyo mi sentido de vida a partir de ellos. El sistema ético de Kant nos habla de que “es la razón y no la piedad la que debe guiar el buen obrar de las personas”. Pensar solo en nosotros y en obtener un beneficio personal, en este caso nuestra conducta no será moralmente buena, hemos actuado conforme al deber, pero no por deber.
Está claro que el sentido de vida nos permite darle una dirección a lo que vivimos diariamente, en pocas palabras un “Norte”. ¿Pero es ese Sentido verdaderamente bueno? Cuando damos una limosna lo podemos hacer por compasión, yo prefiero no dar, porque pienso que eso no solucionaría el problema, más bien les daría algo de comer. Ahí obro correctamente al buscar una solución y ayudar. Una moral que estuviera regida por intenciones externas a sí misma, sería un imperativo hipotético: “si quieres lograr B, tienes que hacer A”. En pocas palabras ofrecer una ayuda, una solución desde el corazón.
Desarrollo mi sentido de vida a partir de mis acciones y lo que estas conllevan, pensando en lo que podría pasar al llevar todas y cada unas de ellas. Por eso se dice que la moral Kantiana es AUTÓNOMA, por que no se guía por nada solo en la razón. Solo debemos obrar correctamente porque así debe ser. También digo que es formal ya que Kant no nos dice nada respecto de qué  cosas se deben hacer y qué cosas no se deben hacer. Ni respecto a nuestros actos. Solo que nuestros actos nos lleven a tener paz con nosotros mismo y con los demás. Ósea lo que es bueno para los demás también lo debe ser para mí. Y siempre preguntarnos ¿Qué pasaría si los demás actuaran como yo? Si yo considero que en determinadas circunstancias es válido mentir, debo admitir que la mentira sea válida para todo el mundo.
No decir que siempre debemos ser perfectos, solo tener la Buena voluntad que no es otra cosa que el respeto puro por la ley moral.
En fin me identifico con el sentido de la vida según Kant, en el se refleja lo que siempre me inculcaron mis padres y lo que me gusta.
La vida no es un juego, y que no se convierta en una brusquedad inútil por encontrar nuestros sueños. 

2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón pues muchas veces hacemos cosas que solo son para beneficio nuestro pero no nos detenemos a pensar en como mis acciones perjudican o benefician a los demás. Comparto tu punto de vista pues el ser humano por naturaleza vive en sociedad y por consiguiente no debemos dejar que nuestras acciones perjudiquen a esa sociedad. El sistema ético Kantiano no plantea como debemos comportarnos pues las persona somos seres racionales y sabemos que cada acción que hagamos tendrá por ende una consecuencia que debemos asumir. Entonces debemos evaluar de que manera nos estamos comportando y ver de que manera mis acciones pueden afecctar o beneficiar a los demás para así encontrar el verdadero sentido de la vida.
    Natalia Toro

    ResponderEliminar
  2. La filosofía kantiana te conduce a la razón, la vida tiene que ser orientada por la razón para que los esfuerzos tengan resultado positivo.
    Nosotros debemos obrar correctamente, no porque así debe de ser, sino porque sientes que es lo mejor para tu vida.
    Es cierto lo que dices, la ayuda debe salir del corazón y no de la compasión,aunque se puede tener compasión pero no lastima; hacer la obra porque tu corazón lo dice y porque vez que es bueno.

    La vida se debe llevar tranquila, no con afanes, porque del afán no queda sino el cansancio.
    Muy bueno tu artículo.

    ResponderEliminar

RECUERDA COLOCAR TU NOMBRE