Si bien no construyo ni explico mi sentido de vida o mi modo de pensar bajo el relativismo, si lo considero en cierto punto bastante cercano a mi pensamiento individual. El relativismo plantea que no existen verdades universales, si no que estas están ligadas al individuo; si bien no puedo ni voy a aplicar esto a todos los ámbitos, si puedo explicar varios actos a partir de esto.
Considero que las personas a pesar de ser seres sociables por naturaleza, necesariamente no los obliga a ser regidos por el mismo pensamiento, esto lo podemos ver reflejado en la inmensidad de culturas que aun actualmente encontramos. Para mí el bien no existe como concepto verdadero, pues así como para mí el bien consiste en mantener mi bienestar evitando perjudicar al otro, para alguien más el bien podría significar infinidad de cosas diferentes.
En mi posición individual prefiero no referirme a actos buenos o malos, pues a pesar de que nuestra moral dicte que así debe ser, hay situaciones que nos permiten juzgar esa moralidad; es una plusvalía en la que si hablo de un bien he de hablar también de un mal.
Aunque suene cínico e incluso cruel, dejo que mi moral se rija por un pensamiento levemente egoísta, pues no puedo pensar en un bien común si no he de experimentarlo; si quiero vivir en una sociedad en paz he de estar primero en paz interior y, como una persona coherente, es posible que prefiera el bien de mis seres queridos por sobre el de los demás. Aplicando el relativismo, he de decir que el hecho de que yo piense de este modo no significa que pensamientos diferentes estén errados o no sean verdad, pues considero, como ya exprese, que no todos estamos regidos bajo un mismo pensamiento y aunque esta es una verdad para mí, no la convierte en una verdad universal, además no tengo la potestad ni la iniciativa de juzgar aquello.
Mi sentido de vida no es concreto, está compuesto por tantos aspectos que me es imposible reducirlo a una sola cosa o persona; más que ser una motivación es un modo de intentar interpretar el mundo y de ligarme cada vez más a él, es una búsqueda con motivo pero sin límite.
Pienso que para tener sentido de vida necesariamente debes tener una moral que lo rija, y tu moral necesariamente debe tener un bien y un mal, que sean tu bien y tu mal es una cosa, hoy en día hay tanta diversidad de pensamientos que ya no todos podemos tener considerado lo mismo como bien y mal, pero la verdad es una sola, y si no tienes una verdad sino cualquiera, la que mejor se acomode a la situación y a tu parecer, entonces no tienes verdad y sin verdad es imposible que haya rumbo, o sentido vida.
ResponderEliminarManuela Pinzón M.
La verdad, olvidando que mi sentido de vida es regido por el sistema ético de el eudemonismo, estoy en parte de acuerdo con la opinión de Lucía ya que no para todo el mundo el concepto de bueno, malo, felicidad, etc, es el mismo. Es decir, como dijo ella, no todos estamos regidos bajo un mismo pensamiento, ya que para lo que unos es una cosa para otros es otra completamente diferente, no convirtiéndose en una verdad universal.
ResponderEliminarMIV
Me encanta en la manera en que no se dirige hacia el bien o el mal como algo supremo y universal sino como algo subjetivo, cuando en verdad lo que importa es tu opinión acerca del mundo y como vives tu vida y debes respetar el vivir de los demás puesto más que quedarnos en lo tradicional, estamos viendo más allá, estamos evolucionando. Y también es atractiva la parte donde no da por sentado su sentido de vida puesto definirse es como limitarse.
ResponderEliminarCreo que la opinion de Lucia es abierta y que ella al darse la podibilidad del relativismo esta siendo tolerante con su entorno
ResponderEliminarUna búsqueda sin limites, estoy totalmente deacuerdo contigo, a pesar de que vivimos en sociedad, somos personas individualistas, con pensamientos y puntos de vista propios, consideró que es muy cierto el hecho de que para yo poder ver lo bueno o malo en otra persona, debo reconocer mis propias cualidades y defectos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que no hay verdades absolutas y en que no podemos definir de forma precisa términos tan subjetivos como el bien y el mal.
ResponderEliminarAlgo que me perece un poco curioso es que hay actos que claramente son malos pero muchas personas creen que están haciendo lo correcto. Un ejemplo es Hitler, el creía que las atrocidades que cometía eran buenas y lo mas curioso es que muchas otras personas estaban convencidas de que en verdad si era bueno y que de alguna u otra forma mejoraba el mundo. Se podría decir que todas estas personas fueron influenciadas para pensar eso, pero me pregunto ¿por que, si claramente nos damos cuenta que cosas como matar son malas, dejamos que nos convenzan que esta bien?
esto me hace reflexionar hasta que punto podemos desviarnos de nuestra educación y de nuestra identidad por ideas seductoras.
- Valeria Penagos Cuellar.