Antes de poder hablar de
un sentido de vida como tal, y de cómo poder relacionarlo con un sistema ético,
quiero hablar acerca de cómo es que logramos por alguna razón llegar hasta ahí.
Todos como personas hemos
alguna vez pensado sobre que es todo aquello que nos impulsa a ser, para que
estamos aquí, que razones hay y por qué hacemos lo que hacemos. Bien lo más
probable es que la mayoría en un principio no hayamos tenido ni idea del porqué,
o al menos esa era mi excusa y no le daba demasiada importancia a ello. La
verdad es que siempre fui una niña muy alegre, a quién nunca le faltó nada
porque mis padres siempre se han esforzado por darme lo mejor que pueden, crecí
siendo amada por mis padres y, aun así, hubo un momento en mi vida en donde me
sentí vacía -porque somos humanos y por ende nunca estamos completamente
satisfechos o plenamente felices- ; no puedo quejarme ya que sería muy injusta al hacerlo pero puedo decir
que ahora se lo que realmente me hizo tanta falta en aquel entonces. Veía que
todo pasaba y yo seguía ahí cada vez más estancada, no encontraba una razón de
porque debía avanzar y me dejaba llevar por lo que más me atrajera, por lo que más
"sentido" tuviera para mí. A veces no basta con ser respetuosos u
obedientes, ni siquiera con ser tolerantes o solidarios, si no hacemos de
nuestra vida algo que valga la pena vivir. Me siento bendecida de tener todo un
proceso en el que voy logrando conocer quién soy y que quiero ser para los
demás a partir de eso que estoy aprendiendo.
He compartido y aprendido
con personas maravillosas que me ayudaron a comprender demasiado acerca de las
cosas de la vida, tuve problemas y situaciones -como todos- de las cuales hoy
puedo sacar conclusiones y enseñanzas que marcan mi vida y me hacen madurar en
pensamiento y en espíritu, he tenido que equivocarme muchas veces para aprender
lo que es bueno y lo que es malo, también me he armado de mucha paciencia y
fortaleza para no dejarme afectar por actitudes ni personas negativas porque si
algo he aprendido por mi cuenta es a confiar en lo que soy y en mi capacidad
para no dejar que eso cambie, viví y seguiré viviendo etapas que me harán mejor
cada día, con personas que han estado y quiero que sigan ahí por muchísimo más
tiempo dándome el valor y las fuerzas necesarias para no arrepentirme de nada;
así poco a poco voy empezando a forjar un camino lleno de metas y sueños por
cumplir que será duro y bastante largo
de recorrer claro, pero que al final será un camino que me guiará hacia
mi propia felicidad, una felicidad genuina, llena de orgullo y bendiciones para
mi y para todas aquellas personas que me ayudarán a construirla y que se, harán
parte de ella.
He ahí finalmente mi
sentido de vida, uno que aún no está completo, pero que tiene como objetivo
principal hacerme mejor persona cada
día, llenándome de todas aquellas cosas buenas que las personas a mi alrededor
estén dispuestas a compartirme. Podría relacionarlo entonces con el
eudemonismo, el cual se basa en hallar la felicidad completa de la persona de
acuerdo al actuar de ella y de la cual somos libres de alcanzar con plenitud.
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