¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE PARA MÍ LA VIDA?

Luz Ángela Zapata León

Desde muy pequeña mi vida la he direccionado a través de unos sanos principios encauzados por mis padres y mis maestros donde me han dejado buenas enseñanzas, dadas a partir de la relación excelente que siempre he llevado en mi hogar y en mi colegio. Al realizar esta mayéutica encuentro que va a la par con mi proyecto de vida; siempre he sentido que soy una excelente persona. Que vale la pena vivir y seguir puliendo mi propio proyecto de vida.

Cada persona tiene en la vida su propia misión que cumplir, es por ello que la tarea siempre estará en continua construcción que hay que realizar con mucha excelencia, exigiéndose y exigiendo lo mejor y de esta manera ser una persona de bien que trascienda como lo han hecho muchas personas como nuestro Premio Nóbel, Santa teresa de Jesús, la madre Teresa de Calcuta y el más importante Jesucristo.

Gran cantidad de jóvenes creen que la vida es solamente para gozarla, y buscan toda clase de diversiones y de placeres (hedonistas) argumentando que la vida pasa muy rápido. Y que hay que gozarla mientras haya salud, además como ejemplo de ello tenemos a los epicúreos que planteaban diciendo: “comamos y bebamos, que mañana moriremos”.

Este tipo de vida nos invita en forma constante la sociedad consumista y alienante en que vivimos: disfrutar la vida, satisfacer como sea nuestros deseos e instintos, pasarla bien, vivir el momento; donde lo que importa es “sentirse bien” ya sea bailando, consumiendo trago, drogándose, “haciendo el amor”. Es ahí cuando se equivoca el camino de la vida. Y no tienen en cuenta que todo tiene una causa-efecto.

Existen jóvenes que para ellos lo más importante es el tener y desvían su trayecto de vida por el más equivocado porque han elegido la fiebre del “tener” es el sueño codiciado de muchos y dejan a un lado lo más importante que es el ser. Para otras personas lo más importante en la vida es el poder y la fama, otros sueñas con ser personas importantes con una buena posición económica.

Quiero finalizar diciendo que el verdadero sentido de la vida lo podemos encontrar en ese gran hombre que dio su vida por cada uno de nosotros porque el vino a este mundo y dio su vida para redimirnos de nuestros pecados. Además, para que tengamos vida y la tengamos en abundancia pero si seguimos sus preceptos. Jesús con el ejemplo de su propia vida, nos enseña a dar un sentido pleno a nuestra existencia. Donde a través de sus enseñanzas contraponemos el compartir al tener, el servir al poder, el amar al gozar.